¡Hola, hola! Volvemos por aquí una vez más, esta vez para hablar de como podría ser el futuro.
Para esto voy a narrar una breve historia de como sería la vida de una educadora social en 2050, debido a todos los avances tecnológicos que estamos viviendo estoy segura de que en 25 años esta profesión tendrá muchas más herramientas para desarrollarla pero siempre con la cercanía hacia los usuarios.
Me ayude de Chatgpt para narrarlo, le puse un promt con mi idea general, mis gustos y como quería que estuviera enfocado.
UN DÍA CONMIGO
Mi jornada comienza a las 7:00 a.m. con un café y una rápida revisión de la agenda en mi asistente digital. Trabajo en un centro de menores y cada día es único, lleno de retos y aprendizajes.
Al llegar, el sistema inteligente del centro me proporciona un informe actualizado sobre los chicos: calidad del sueño, estado emocional y posibles necesidades. Gracias a sensores ambientales y pulseras de bienestar, podemos detectar si alguien necesita apoyo extra desde el inicio del día.
Hoy tengo una actividad en grupo sobre gestión emocional. Usamos una pizarra digital interactiva con inteligencia artificial que propone dinámicas adaptadas a cada niño. Luego, realizamos ejercicios prácticos que simula situaciones del día a día, ayudándolos a desarrollar habilidades socioemocionales.
Más tarde, organizamos un taller de arte. Algunos prefieren el clásico papel y lápiz, mientras que otros exploran la creatividad con tabletas digitales y programas de ilustración en 3D. Lo importante es que cada uno encuentre su forma de expresarse.
Antes de terminar, revisamos sus progresos en la plataforma de seguimiento y ajustamos actividades para la semana. La tecnología nos facilita el trabajo, pero sigue siendo la cercanía, la escucha y el apoyo lo que realmente marca la diferencia.
Salgo del centro con la satisfacción de saber que, poco a poco, estamos transformando vidas.
Espero que os haya gustado, nos vemos!!!😊
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